Un lunes llegó Martín contando que había sido el bautizo de su hermana María. Nos describió toooodo lo que hizo y a los pocos días la seño abrió el correo y ¡sorpresa! La mamá y el papá de Martín nos habían enviado fotos del evento.
Disfrutamos de las fotos, él revivió el momento y nosotr@s lo vivimos con él. Estas son las cosas que hacen que la escuela entre en las casas y las casas entren en nuestras clases.
Yo me quedo con la cara de felicidad de los niñ@s cuando se cuentan a ellos mismos y lo comparten con los demás. Por ello, animo a todas las familias a hacer uso del correo de la clase y hacernos partícipes de sus cositas.
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