A lo largo de la semana hemos escrito cartas a los Reyes Magos que nos han ayudado a valorar que la Navidad es tiempo de Magia, de sueños, de deseos, de compartir y de dar sin tener que recibir. Es lógico que los niños y niñas de la clase hayan sentido con fuerza su atracción por pedir juguetes, pero a través de compartir experiencias, de conversar y de dejarnos contagiar por el sentido de la Navidad, hemos aprendido a valorar que no solo se deben pedir cosas materiales a los Reyes, sino que también podemos y debemos pedir cosas que se ven y se sienten con el corazón. Ha sido una de las experiencas más bonitas que he vivido en una clase, ayudar a los niños y niñas a ver más allá de la sociedad del consumismo en la que se están desarrollando nos está ayudando a crecer como personas solidarias.
Estas son sus caras después de compartir con el resto de su clase lo que es para ellos y ellas eso de "pedir cosas desde el corazón ".
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